Intel anuncio haces un tiempo su creación de la primera unidad NAND Flash basada en SSD (Solid State Drive) está basada en un proceso de fabricación de 34 nanómetros. El utilizar este nuevo proceso de fabricación ha permitido bajar los precios de las SSD en torno a un 60%, para que se pueda integrar en portátiles gracias a su precio y así no elevar el precio de estos atrayendo a los fabricantes.
No acaba siendo nada más que una actualización sobre aquellos primeros SSD lanzados hace cerca de un año. El nuevo Intel X25-M, la gama media-alta de discos de estado sólido de Intel, se presenta con el mismo formato de 2.5 pulgadas e interfaz SATA2, aunque evolucionan internamente y también en su precio.
Por ahora existirán dos modelos de Intel X25-M, con una capacidad 80 y 160 GB. En estos nuevos modelos se consigue una mayor velocidad en el tratamiento de toda la información en el disco, así como bajando las latencias y produciéndose un menor tiempo de acceso a los datos. Serán, tan potentes o más que las primeras versiones de estos discos de Intel, llegando hasta 250 MB/s en lectura y unos 70 MB/s en escritura.
La unidad multinivel (MLC) Intel X25-M SATA SSD está pensada para el mercado de portátiles y ordenadores de sobremesa, y en un principio estará disponible en versiones de 80 y 160 GB como se ha comentado anteriormente.
Según destaca Randy Wilhelm, vicepresidente y director general del grupo de soluciones NAND de Intel, “si con el modelo de 50 nanómetros del pasado año conseguimos incrementar los rendimientos de los sistemas, ahora mejoramos las prestaciones y logramos reducir el coste de las unidades”.
La Intel X25-M basada en memoria flash de 34 nanómetros mantiene la compatibilidad con la versión actual de 50 nanómetros, y continúa utilizando la misma interfaz SATA que tienen los discos duros HD con partes mecánicas. Frente a su predecesora, la Intel X25-M ofrece una latencia mejorada y operaciones random de escritura mucho más rápidas, también conocidas como IOPS (Input/Output operations per second). Trabaja con una latencia de 65 microsegundos en comparación a los 4.000 presentados por los discos duros.
Estas mejoras en latencia y IOPS no sólo beneficia a los usuarios de ordenadores y portátiles, sino también a los servidores y estaciones de trabajo.
¿Hasta dónde llegara la tecnología SSD?